Los diarios se acumulan en el piso de mi habitación, la realidad del país es caótica. Me entretengo juntando las revistas de diseño que vienen con los diarios, olvidándome de la actualidad por un momento.
En ocasiones no sé a qué diarios creerle, y por lo mismo compro diarios de los dos sectores, siendo ese el principal problema, que el periodismo está dividido en secciones.
Como conversábamos con un amigo hace un tiempo, la información periodística se vuelve simplemente un producto cuando llega a los diarios, y las personas compran lo que quieren leer, lo cual es ridículamente estúpido, pero debido a la naturaleza humana, supongo que tiene algún sentido.
Algunas personas creen que la censura es una forma de mantener a la población a salvo, pero ¿a salvo de qué? ¿de los infartos? ¿de las malas noticias? ¿de la verdad? no sé hasta qué punto la censura nos salvará del fin de mundo.
Me gusta la poesía, el cine y la música, son cosas con las que una joven desorientada como yo puede tomar un respiro de tanta prensa y actualidad descabellada.
