Me muero por tener pelotas para hacer malabares, hace un tiempo fui a preguntar por unas a una tienda donde sé que vendían, pero me dijeron que puede que nunca más las traigan. El dinero que tenía pensado para gastar en pelotas me lo gasté en un libro, en "El guardián entre el centeno". El que compré es de una buena editorial, pero la traducción está en español coño, no le di mucha importancia, ya que me dijeron que encontrarla en una traducción mejor es un poco más dificil.
Terminaré de leerlo en este ratito, solo me quedan dos capítulos.
7.22.2011
7.21.2011
Quiero ver algo realmente sorprendente, estoy cansada de tanta masificación de personalidades. En ocasiones leo los perfiles de algunas personas en plataformas online y es siempre lo mismo, "me gusta leer, escribir, ver películas" "quiero viajar por todo el mundo y vivir feliz para siempre".
Pobres discursos de presentación, están completamente obsoletos.
Pobres discursos de presentación, están completamente obsoletos.
7.20.2011
La sensación de escuchar música al momento de estar viajando en la carretera es algo que me gusta mucho, pero es algo por lo que obviamente no he de sentirme especial. Me gusta ver cómo el ritmo de la música se mezcla con el ritmo visual que generan las imágenes del paisaje visto a cierta velocidad, acompañado también por la vibración del motor que se genera en los asientos y en el momento en el que apoyo mi cabeza en la ventana. Es todo esto lo que muchas veces me distrae cuando llega el momento de tener que bajarme en el paradero que me corresponde cuando voy viajando en micro.
Ese día no fue un caso especial. Me bajé apresuradamente de la micro en mi paradero de siempre, la esquina donde se encuentra el Lider, donde siempre hay un muchacho que con un acento divertido promociona sus hamburguesas de soya y donde existe un gran "pasillo" (por llamarlo de alguna manera) donde vendedores ambulantes de libros y artesanías arman sus puestitos.
Tenía que estar en Cerro Alegre a las 5 y media, y eran aproximadamente las 5:10. Pensé en que subir hasta allá me demoraba 7 minutos, por lo que podía pasar rápidamente a ver un par de libros antes de hacerlo. Caminé, como muchas veces lo hago, por el pasillo (que llamo pasillo, pero que en realidad es un paseo) donde largas mesas llenas de libros me obligan a caminar lentamente y a detenerme para ojearlos de vez en cuando.
Al final del paseo tiene su puesto un chico con el que he hablado un par de veces, recuerdo que le pregunté hasta qué hora tenía su puesto, porque quería comprar un libro de Cortázar que me había interesado, una conversación no muy interesante. Caminé hasta donde se encontraba su puesto.
- ¡Hola amiga! - Me dijo cuando me vio.
- Hola - Le respondí sorprendida, no pensé que se acordaría de mí.
- Hace tiempo que no venías.
- Es que no tenía plata - Le dije subiendo un poco mis hombros - ¿Qué lees? - Le pregunté mirando el libro que traía entre sus manos.
- El Aleph, de Borges
- Que bien - Le dije sonriendo.
- ¿Y qué te trae por acá?
- Quiero comprar el libro de Cortázar que te había dicho.
- Oh, lo siento, es que ya lo vendí, ¿Era Bestiario, no es cierto?
- Sí.
- Pucha, lo siento, pero me llegaron estos libros de Cortázar.
Miré la larga mesa en la que ponía sus libros para vender, donde había 3 grandes libros, uno al lado del otro, con portadas de colores llamarivos y que con grandes letras formaban la palabra CORTÁZAR.
- En este vienen algunos cuentos de Bestiario - Me dijo - Míralos si quieres.
Miré el que me llamó la atención, el de color celeste, y lo leí por detrás, me pareció interesante.
- ¿De qué trata este? - Le pregunté.
- Es una metáfora que hace Cortázar con la vida, dice que es como un premio, o algo por el estilo.
- Aquí habla de Rayuela.
- ¿Haz leído rayuela? - Me preguntó.
- No, nunca, pero me han dicho que es como una obra maestra.
- Sí, es una obra maestra - me dijo en un tono de poco convencimiento - pero a mi parecer siento que es un poco burgués. No es algo que cualquier persona que sepa leer pueda entender, ya que tiene que tener un conocimiento previo, debido a que se mencionan algunos personajes ajenos a la historia.
- ¿De qué trata?
- Es como de un grupo de personas que se juntan a hablar de temas intelectuales.
-Ah claro, es algo que hablaba con mi grupo de poesía, hacíamos referencia a las palabras que se utilizan para hacer poemas, la mayoría creía que la poesía debía estar al alcance de todos, en cuanto a las palabras, pero he pensado un poco sobre eso, y lo dejo en duda, ya que la poesía es un arte y tiene cierto ritmo, y la única manera de generar un ritmo agradable es utilizando ciertas palabras.
- Cortázar era ingenioso para escribir, pero es algo que siempre le criticaban, la intelectualidad.
- Yo creo que es genial.
- ¿Haz leído a Cortazar?
- Muchos cuentos.
- Es genial.
Debido a que este muchacho era el vendedor de un puesto de libros, nuestra conversación se vio en muchas ocasiones interrumpida por sus clientes, pero era algo totalmente razonable, mientras él hablaba con ellos, yo me paseaba por su puesto y miraba sus libros.
- ¿Cual es tu nombre? - Me preguntó.
- María Fernanda
- María Fernanda - Repitió
- ¿Y el tuyo? - Le pregunté
- Nelson.
- Me dicen Mafe.
Le causó gracia la manera en la que las personas suelen acortar mi nombre.
- ¿Estudias algo? - Me preguntó.
- No - reí un poco - voy en el colegio.
- ¿Y en qué curso vas?
- Segundo medio. Normalmente la gente cree que soy mayor.
- El intelecto te hace crecer.
La conversación con él me quitó mucho tiempo, casi ni me di cuenta que había pasado como 15 minutos, por lo que para finalizar la conversación le dije que compraría "Los premios", que era el libro que me había detenido a hojear.
- ¿Cuanto dice que cuesta? - Me preguntó.
- Cuatro mil - Le dije.
- Te lo dejo en tres mil.
- Gracias - Le dije sonriendo.
Le pagué cinco mil pesos, y me pasó los dos mil de vuelto.
- Muchas gracias amiga - Me dijo.
- Gracias a ti.
- Que te vaya bien.
Nos despedimos con un beso en la mejilla, como es común de protocolo, y cuando una persona te agrada, supongo, y me pasó una tarjeta con su número de teléfono, supongo que en el caso de que quisiera un libro en especial.
Caminé, con mi nuevo libro entre mis brazos, la trayectoria de vuelta al lugar donde debería haber estado, y crucé cuando vi la luz verde que me permitía caminar por el territorio de automóviles, luego hice mi caminata de siempre para poder llegar al Cerro Alegre.
Ese día no fue un caso especial. Me bajé apresuradamente de la micro en mi paradero de siempre, la esquina donde se encuentra el Lider, donde siempre hay un muchacho que con un acento divertido promociona sus hamburguesas de soya y donde existe un gran "pasillo" (por llamarlo de alguna manera) donde vendedores ambulantes de libros y artesanías arman sus puestitos.
Tenía que estar en Cerro Alegre a las 5 y media, y eran aproximadamente las 5:10. Pensé en que subir hasta allá me demoraba 7 minutos, por lo que podía pasar rápidamente a ver un par de libros antes de hacerlo. Caminé, como muchas veces lo hago, por el pasillo (que llamo pasillo, pero que en realidad es un paseo) donde largas mesas llenas de libros me obligan a caminar lentamente y a detenerme para ojearlos de vez en cuando.
Al final del paseo tiene su puesto un chico con el que he hablado un par de veces, recuerdo que le pregunté hasta qué hora tenía su puesto, porque quería comprar un libro de Cortázar que me había interesado, una conversación no muy interesante. Caminé hasta donde se encontraba su puesto.
- ¡Hola amiga! - Me dijo cuando me vio.
- Hola - Le respondí sorprendida, no pensé que se acordaría de mí.
- Hace tiempo que no venías.
- Es que no tenía plata - Le dije subiendo un poco mis hombros - ¿Qué lees? - Le pregunté mirando el libro que traía entre sus manos.
- El Aleph, de Borges
- Que bien - Le dije sonriendo.
- ¿Y qué te trae por acá?
- Quiero comprar el libro de Cortázar que te había dicho.
- Oh, lo siento, es que ya lo vendí, ¿Era Bestiario, no es cierto?
- Sí.
- Pucha, lo siento, pero me llegaron estos libros de Cortázar.
Miré la larga mesa en la que ponía sus libros para vender, donde había 3 grandes libros, uno al lado del otro, con portadas de colores llamarivos y que con grandes letras formaban la palabra CORTÁZAR.
- En este vienen algunos cuentos de Bestiario - Me dijo - Míralos si quieres.
Miré el que me llamó la atención, el de color celeste, y lo leí por detrás, me pareció interesante.
- ¿De qué trata este? - Le pregunté.
- Es una metáfora que hace Cortázar con la vida, dice que es como un premio, o algo por el estilo.
- Aquí habla de Rayuela.
- ¿Haz leído rayuela? - Me preguntó.
- No, nunca, pero me han dicho que es como una obra maestra.
- Sí, es una obra maestra - me dijo en un tono de poco convencimiento - pero a mi parecer siento que es un poco burgués. No es algo que cualquier persona que sepa leer pueda entender, ya que tiene que tener un conocimiento previo, debido a que se mencionan algunos personajes ajenos a la historia.
- ¿De qué trata?
- Es como de un grupo de personas que se juntan a hablar de temas intelectuales.
-Ah claro, es algo que hablaba con mi grupo de poesía, hacíamos referencia a las palabras que se utilizan para hacer poemas, la mayoría creía que la poesía debía estar al alcance de todos, en cuanto a las palabras, pero he pensado un poco sobre eso, y lo dejo en duda, ya que la poesía es un arte y tiene cierto ritmo, y la única manera de generar un ritmo agradable es utilizando ciertas palabras.
- Cortázar era ingenioso para escribir, pero es algo que siempre le criticaban, la intelectualidad.
- Yo creo que es genial.
- ¿Haz leído a Cortazar?
- Muchos cuentos.
- Es genial.
Debido a que este muchacho era el vendedor de un puesto de libros, nuestra conversación se vio en muchas ocasiones interrumpida por sus clientes, pero era algo totalmente razonable, mientras él hablaba con ellos, yo me paseaba por su puesto y miraba sus libros.
- ¿Cual es tu nombre? - Me preguntó.
- María Fernanda
- María Fernanda - Repitió
- ¿Y el tuyo? - Le pregunté
- Nelson.
- Me dicen Mafe.
Le causó gracia la manera en la que las personas suelen acortar mi nombre.
- ¿Estudias algo? - Me preguntó.
- No - reí un poco - voy en el colegio.
- ¿Y en qué curso vas?
- Segundo medio. Normalmente la gente cree que soy mayor.
- El intelecto te hace crecer.
La conversación con él me quitó mucho tiempo, casi ni me di cuenta que había pasado como 15 minutos, por lo que para finalizar la conversación le dije que compraría "Los premios", que era el libro que me había detenido a hojear.
- ¿Cuanto dice que cuesta? - Me preguntó.
- Cuatro mil - Le dije.
- Te lo dejo en tres mil.
- Gracias - Le dije sonriendo.
Le pagué cinco mil pesos, y me pasó los dos mil de vuelto.
- Muchas gracias amiga - Me dijo.
- Gracias a ti.
- Que te vaya bien.
Nos despedimos con un beso en la mejilla, como es común de protocolo, y cuando una persona te agrada, supongo, y me pasó una tarjeta con su número de teléfono, supongo que en el caso de que quisiera un libro en especial.
Caminé, con mi nuevo libro entre mis brazos, la trayectoria de vuelta al lugar donde debería haber estado, y crucé cuando vi la luz verde que me permitía caminar por el territorio de automóviles, luego hice mi caminata de siempre para poder llegar al Cerro Alegre.
Ayer fue la presentación de los talleres del Balmaceda, donde hice una interpretación teatral personificando a la inspiración. Mi ex profesora de la academia de literatura me fue a ver y me dijo que le había gustado mucho :)
Como nuestra presentación fue la penúltima, no pude ver todos los shows de los demás talleres del Balmaceda, lo único que vi fueron los ensayos y la muestra del taller de teatro, que fue la última y la cual fue muy buena.
Luego de la presentación mis compañeros y yo fuimos a un café donde "celebramos" el cierre, y donde promentimos seguir juntarnos, como dijo Natalia a modo de burla, a entablar tertulias.
La experiencia del taller fue muy bonita, realmente enriquecedora.
Como nuestra presentación fue la penúltima, no pude ver todos los shows de los demás talleres del Balmaceda, lo único que vi fueron los ensayos y la muestra del taller de teatro, que fue la última y la cual fue muy buena.
Luego de la presentación mis compañeros y yo fuimos a un café donde "celebramos" el cierre, y donde promentimos seguir juntarnos, como dijo Natalia a modo de burla, a entablar tertulias.
La experiencia del taller fue muy bonita, realmente enriquecedora.
Hace tres días cumplí 16 años y mis papás me organizaron una fiesta sorpresa donde convocaron a mis amigos. Fue algo realmente sorprendente, estaban mis compañeros de curso, mis compañeros del taller de poesía, y todos estaban secretamente coludidos, al parecer convocados por mi mamá, para sorprenderme el día de mi cumpleaños.
Siento que en cierto sentido la sensación de tener 16 años es una especie de método de presión para mi futuro, ya que me quedan solamente dos años para poder decidir una parte importante de él, de la cual no tengo ni una pequeña idea.
Futuro, futuro, tu rostro invisible forma parte de una gran pesadilla que me atormenta... un poco.
Siento que en cierto sentido la sensación de tener 16 años es una especie de método de presión para mi futuro, ya que me quedan solamente dos años para poder decidir una parte importante de él, de la cual no tengo ni una pequeña idea.
Futuro, futuro, tu rostro invisible forma parte de una gran pesadilla que me atormenta... un poco.
7.15.2011
Amor es chocar los dientes por accidente en el primer beso.
Amor es cocinar fideos con salchichas incrustadas.
Amor es enviar cartar por correo.
Amor es regalar flores en los cumpleaños.
Amor es cantar canciones en ingles.
Amor es esperar congelado una hora para estar a tiempo a la salida.
Amor es caminar de la mano.
Amor es decir te amo.
Amor es hacer el papel de Spiderman y Mary Jane en la escena del beso bajo la lluvia.
Amor es regalar autitos armables.
Amor es chocar las narices haciéndo sonidos tiernos.
Amor es regalar libros.
Amor es morder las mejillas.
Amor es usar diminutivos.
Amor es tener sobrenombres ridículos.
Amor es abrir la boca para tapar la nariz del otro y soplar muy fuerte.
Amor es empujar la mejilla con la lengua e intentar que el otro la atrape con la boca.
Amor es morder el dedo índice del otro.
Amor es en un aniversario regalar chicle y chocolate.
Amor es hacer borwnies.
Amor es compartir un chicle.
Amor es besarse mientras cantan.
Amor es mirar la luna y comunicarse a través de ella.
Amor es leer para el otro.
Amor es escribir para el otro.
Amor es conversar acostados en el piso.
Amor es acariciar el cabello del otro.
Amor es poder sentir que con esa persona los silencios incómodos no existen.
Amor es de a dos.
Amor es cocinar fideos con salchichas incrustadas.
Amor es enviar cartar por correo.
Amor es regalar flores en los cumpleaños.
Amor es cantar canciones en ingles.
Amor es esperar congelado una hora para estar a tiempo a la salida.
Amor es caminar de la mano.
Amor es decir te amo.
Amor es hacer el papel de Spiderman y Mary Jane en la escena del beso bajo la lluvia.
Amor es regalar autitos armables.
Amor es chocar las narices haciéndo sonidos tiernos.
Amor es regalar libros.
Amor es morder las mejillas.
Amor es usar diminutivos.
Amor es tener sobrenombres ridículos.
Amor es abrir la boca para tapar la nariz del otro y soplar muy fuerte.
Amor es empujar la mejilla con la lengua e intentar que el otro la atrape con la boca.
Amor es morder el dedo índice del otro.
Amor es en un aniversario regalar chicle y chocolate.
Amor es hacer borwnies.
Amor es compartir un chicle.
Amor es besarse mientras cantan.
Amor es mirar la luna y comunicarse a través de ella.
Amor es leer para el otro.
Amor es escribir para el otro.
Amor es conversar acostados en el piso.
Amor es acariciar el cabello del otro.
Amor es poder sentir que con esa persona los silencios incómodos no existen.
Amor es de a dos.
7.14.2011
Siempre que voy a Valparaíso me pillo con las manifestaciones de los estudiantes a favor del cambio en la educación. El otro día iba bajando el cerro, luego del taller de poesía, y nos encontramos con algo llamado "hard bass", que consistía en un grupo de universitarios con máscaras saltando al ritmo de un bombo hiper-mal ecualizado, atravezando la calle, cruzándose frente a los autos y subiéndose a las micros a saltar en ellas. En sí era algo sin mucho sentido, pero era entretenido estar ahí viéndolo. La manifestación fue pacífica y no tuvo consecuencias hasta que se subieron a saltar sobre un trolebus, el cual descarrilaron (recuerdo que saltaron chispitas cuando pasó eso), un carabinero tuvo que arreglarlo, pero hubo mucho silencio cuando el trolebus parecía estar muerto sobre la calle.
Yo me asusté un poco, no me gustaba la idea de que por un error en la manifestación le hecharan la culpa a todo el movimieno de "causar daños en el patrimonio de la humanidad". Todos sabemos cómo funciona la mente de los medios de comunicación.
Yo me asusté un poco, no me gustaba la idea de que por un error en la manifestación le hecharan la culpa a todo el movimieno de "causar daños en el patrimonio de la humanidad". Todos sabemos cómo funciona la mente de los medios de comunicación.
puaj.
Detesto los clichés, las producciones en serie, la gente falsa que intenta ser interesante. ¿Es a caso mucho pedir personas que no estén pre-fabricadas con mentes almacenadas en imaginarios colectivos?
Al parecer lo que está IN es estar OUT, la anti-humanidad está sobrepoblando el planeta y me saca bostezos.
¡ORIGINALIDAD, SÁLVANOS!
Al parecer lo que está IN es estar OUT, la anti-humanidad está sobrepoblando el planeta y me saca bostezos.
¡ORIGINALIDAD, SÁLVANOS!
7.10.2011
santiago city
El otro día viajé a Santiago con mi mamá y mi hermana, se suponía que íbamos a ir por el día, pero al final nos quedamos. Mi papá nos ofreció su departamento para dormir, pero es demasiado pequeño y no hay cama para que mi hermana y yo podamos dormir, ya que el colchón inflable que mi papá tenía, nos lo llevamos a Curauma.
Al final nos terminamos quedando en un hotel, y debido a que la estadía en Santiago fue algo inesperado, por lo menos para mi hermana y para mí, no teníamos pijama, ni ropa interior, ni cepillo de dientes, por lo que luego de pasar a una farmacia, pasamos a una tienda china donde nos compramos unos calzoncillos largos, para dormir.
La sensación de usarlos era súper rara, ya que se me formaba una bolsa súper horrible en la entrepierna, y a parte tenía un hoyito misterioso ahí mismo, que, por lo menos a nosotras, no nos servía para nada y por donde quizás entraba un poquito de frío.
Santiago es un lugar entretenido, es el único lugar donde tengo pensado estudiar una carrera que aún no desconozco, pero siento que no sería lo mismo pasar mi vida universitaria en Santiago como en Valparaíso. Una compañera del taller de poesía, que viene de Santiago, me dijo que sentía que Valparaíso era mucho más entretenido que Santiago, porque el ambiente era muy distinto y le agradaba más.
Si me voy a vivir a Santiago al menos tendré los recuerdos de mi adolescencia en Valparaíso, eso quizás me tranquiliza un poco.
Al final nos terminamos quedando en un hotel, y debido a que la estadía en Santiago fue algo inesperado, por lo menos para mi hermana y para mí, no teníamos pijama, ni ropa interior, ni cepillo de dientes, por lo que luego de pasar a una farmacia, pasamos a una tienda china donde nos compramos unos calzoncillos largos, para dormir.
La sensación de usarlos era súper rara, ya que se me formaba una bolsa súper horrible en la entrepierna, y a parte tenía un hoyito misterioso ahí mismo, que, por lo menos a nosotras, no nos servía para nada y por donde quizás entraba un poquito de frío.
Santiago es un lugar entretenido, es el único lugar donde tengo pensado estudiar una carrera que aún no desconozco, pero siento que no sería lo mismo pasar mi vida universitaria en Santiago como en Valparaíso. Una compañera del taller de poesía, que viene de Santiago, me dijo que sentía que Valparaíso era mucho más entretenido que Santiago, porque el ambiente era muy distinto y le agradaba más.
Si me voy a vivir a Santiago al menos tendré los recuerdos de mi adolescencia en Valparaíso, eso quizás me tranquiliza un poco.
Mirada desde lo alto
por la intrínseca luna del atardecer
oculta detrás del velo translúcido
color púrpura oscuro,
me encuentro sentada
en el frío concreto.
Los cadáveres de cigarrillos
se amontonan a mi lado,
y a lo lejos veo
al océano pacífico
ser domado por dos barcos
que lo montan.
______________________
Nada muy especial, es solo una descripción.
por la intrínseca luna del atardecer
oculta detrás del velo translúcido
color púrpura oscuro,
me encuentro sentada
en el frío concreto.
Los cadáveres de cigarrillos
se amontonan a mi lado,
y a lo lejos veo
al océano pacífico
ser domado por dos barcos
que lo montan.
______________________
Nada muy especial, es solo una descripción.
7.03.2011
charcas de agua
El otro día iba caminando al paradero de micros desde el colegio luego de un día de lluvia, caminaba de la mano junto a mi novio por la orilla de la calle y nos acompañaban unos amigos con los cuales conversábamos de cosas relajadas.
Yo tenía que tomar una micro que me dejara en Valparaíso, porque ese día tenía que asistir a mi taller de poesía, pero de pronto sucedió algo terrible... Una camioneta que iba a gran velocidad pasó sobre una charca de agua y nos mojó enteros a mi novio y a mí.
Él, que era quien iba a la orilla, quedó con toda su ropa, pelo y orejas mojadas, y yo, que recibí un poco menos de agua que él, quedé sólo con la mitad de mi cuerpo y mochila mojados.
Alex y yo tuvimos que ir a mi casa para poder secar su ropa, ya que no tenía otra, y para eso le presté uno de mis pijamas de polar, para que no pasase frío si es que se desvestía.
A pesar de que no pude ir al taller de poesía, Alex y yo nos divertimos, me mostró la malla de una de las carreras a la cual quiere cambiarse, y comimos papas fritas :)
Yo tenía que tomar una micro que me dejara en Valparaíso, porque ese día tenía que asistir a mi taller de poesía, pero de pronto sucedió algo terrible... Una camioneta que iba a gran velocidad pasó sobre una charca de agua y nos mojó enteros a mi novio y a mí.
Él, que era quien iba a la orilla, quedó con toda su ropa, pelo y orejas mojadas, y yo, que recibí un poco menos de agua que él, quedé sólo con la mitad de mi cuerpo y mochila mojados.
Alex y yo tuvimos que ir a mi casa para poder secar su ropa, ya que no tenía otra, y para eso le presté uno de mis pijamas de polar, para que no pasase frío si es que se desvestía.
A pesar de que no pude ir al taller de poesía, Alex y yo nos divertimos, me mostró la malla de una de las carreras a la cual quiere cambiarse, y comimos papas fritas :)
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