6.06.2011

Lo mejor de la lluvia, es el momento después de ella, cuando todas las cosas quedan limpias y relucientes.

Hoy Adolfo se dedicó a observar las hojas de colores anaranjados que cuelgan de las rámas de los árboles, con gotas de lluvia aún afirmándose de ellas, eran las 5 de la tarde, el momendo donde el sol comienza a sonrojarse, y fue ahí cuando él afirmó: Que hermoso.

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