5.26.2011

Con mi prima llegamos a la conclusión de que el desorden es una herencia familiar, ya que ella, tanto como yo, somos desordenadas. Su pieza es un desorden armonioso, donde las pilas de revistas, papeles, lápices, zapatillas rotas, pinceles y dibujos, forman una especie de ambiente.

Mi pieza es algo parecido, es un desorden agradable, una saturación no apta para todos, agridulce. Tengo tela, lana, palillos, agorex, libros, libros, libros y envoltorios (Creo que ya lo había mencionado, me agradan las tipografías y el ruido que los envoltorios producen) y me encanta, lo siento completamente mío.

Es rara la manera en la que el desorden no me molesta, pero siento que soy crítica incluso con eso, porque no todos los tipos de desórdenes me agradan. En fin… soy feliz usando calcetines distintos y teniendo pilas de libros (Esa será mi próxima inversión, una pequeña biblioteca para mi habitación, la del pasillo ya está llena y en realidad con libros que no me interesan).

Mafe.

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