Nunca me había detenido a pensar en lo positivo y lo negativo del año pasado, más que mal lo único que quería era que el año acabara y cuando la gente hacía la cuenta regresiva en la fiesta de año nuevo, yo escribía pseudo-poemas medio pesimistas en una libreta que tenía a la mano. De eso me acuerdo bien.
El año 2010 se me pasó rápido, muchísimo, lo sentí hoy, cuando mis amigos y yo recordábamos a una compañera que a la Fran y a mí nos caía mal, al Adolfo no, pero es porque al Adolfo nunca le tocó compartir un grupo de trabajo con ella... la Fran y yo sufrimos mucho cuando nos pasó, era una horrible compañera de grupo.
En fin... lo que tomé de mi velador fue un parche de la película "La naranja mecánica", que el año pasado llevaba con mucho orgullo en mi mochila, junto a otro de una mano que le compré a un chico que los dibujaba. El parche me hizo recordar mis sonrisas, mis lágrimas, mis éxitos y mis derrotas, me hizo recordar atardeceres, libros, abrazos, besos... mi saliva se sintió un poco amarga en ese momento. Me di cuenta que el tiempo había pasado, y que nada podía hacer al respecto, me sentí avergonzada de mi inmadurez, arrepentida de los momentos tristes, pero feliz de haberlos superado.
El tiempo es detestable, arrogante y egocéntrico.
Mafe.
2 comentarios:
Caía no....cae XD
Eso pasa todo el tiempo y te va a seguir pasando sobretodo hasta antes de los 21, pero hay que saber dar vuelta la página. Siempre se puede partir de nuevo desde HOY en adelante (ese sería mi comentario mamón motivacional jajaja)
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