Detesto los imaginarios colectivos, un imaginario es algo personal, no algo que se pueda copiar.
Las identidades se gastan, y eso la gente tiene que entenderlo. Es como la ropa, y en un sweater con mucha suerte entran tres personas.
Detesto cuando los músicos dejan de ser músicos, y pasan a ser sex symbols, eso es como despreciar su música.
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