6.22.2010

Fines de semana.

Mi casa es muy chiquitita, tiene dos pisos, dos baños y 3 habitaciones, vivo con mi mamá, mi papá, mi hermana y mi nana. La pasamos muy bien juntos. En la semana, todos se mueven como vacas acarreadas por la marea de las obligaciones, pero el fin de semana es cuando todos podemos descanzar (Incluso mi nana, que el fin de semana se desaparece), y nos olvidamos de todo, sobre todo de la hora, porque siempre terminamos almorzando a las 6 de la tarde o tomando desayuno-almuerzo.

Somos muy desordenados, tengo que admitirlo, mi mamá actúa como si no lo fuera, motivándonos (O mejor dicho, orbligándonos) a levantarnos de nuestro estado vegetal para hacer "un aporte" en la casa, pero en el fondo quiere ser una planta como nosotros tres.

Mi papá y mi hermana son el claro ejemplo del refrán "De tal palo, tal astilla", son exactamente iguales, sobre todo los fines de semana, donde su gran preocupación es: ¿Qué disco escucharemos hoy?

Yo, por otra parte, vivo en mi burbuja de chica adolescente estúpida e inexperta, la que solo es reventada por las obligaciones, el stress y los retos, pero los fines de semana se mantiene a salvo la mayoría de las veces.

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