24 de diciembre.Noche buena, y la puta madre.
En estas fechas me siento la persona más anti-navideña del mundo.
Cuando era pequeña, para mí, la navidad era un evento en el que no podía estar ausente. Con mi mente de chiquilla inexperta, inmadura y completamente influenciada por la sociedad materialista, me interesaba mucho por los paquetes de colores que siempre estaban debajo del árbol. Este año no he visto ninguno, y no me siento molesta por eso.
Es extraño saber que la navidad se acerca y no sentir nada de emoción frente a eso.
Recuerdo que cuando aún creía en el Viejo Pascuero, Santa Claus, Papa Noel, etc. Mis papás hacían todo un "Show" para que nosotras (Mi hermana y yo) nos creyéramos el cuento. Abrían las ventanas para decirnos que el "Viejito" se había ido por ahí. Usaban a mi primo mayor como "secuas", para que nos llevara a dar una vuelta por ahí, para "encontrar al viejito", y así ellos aprovechar de poner los regalos debajo del árbol.
Me gustaba ver el especial de navidad de 31 minutos, era muy divertido, además, luego de verlo me quedaba dormida y mis energías se recargaban para la noche, despertaba con olor a cama, pero de todos modos iba a ver mis regalos.
Este año siento que nada "Mágico" me pasará, y es un poco triste saberlo, me gustaba sentir la adrenalina navideña cuando era pequeña. Era divertido.
Supongo que este año iremos a la casa de mis abuelos a pasar la navidad, lo que no es aburrido, pero no lo sé, mi espíritu anti-navideño solo quiere que me quede acostada en mi cama.
No me hagan caso.
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