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Hace poco me cambie de casa… me compre una en un lugar muy alto, donde puedo ver las nubes pasar, y escuchar a los pájaros volar, oler el perfume del cielo, y despertarme con los cuchicheos de las mariposas.

Cerca de donde vivo, vive una señora muy gentil, la señora Janis, es una señora muy buena que siempre hornea galletas… Muchas veces, cuando paso por su casa, me regala algunas para comerlas y dárselas a quienes las quieren… me dice que nunca se cansará de hacerlas, que muy pocas personas las hacen, galletas hechas en casa, galletas tan especiales como las de la señora Janis. A veces pienso… en que cuando no hayan más señoras como ella… ¿Quién hará las galletas?, galletas que no busquen un fin lucroso y sucio… Ella dice que le gusta regalarlas, porque de cierta forma da esperanza a las personas, esperanza que este mundo lo único que hace es quitárnosla… Y si la señora Janis deja de dar esperanza… ¿Quién se encargará de hacerlo?

Quiero creer que nunca la perderé, pero… ¿y si las cosas no salen como quiero?