
A veces me sorprendo de creer que he visto de lo mejor del cine y descubrir pequeñas perlas en el fondo de una montaña de películas sobrevaloradas.
¿Te atreves?
De pequeños jugamos, reímos, sin preocupaciones, mirando al mundo como algo nuevo, riendo con todos. No nos importan qué piense tal de cual, si te cae bien, es tu amigo. Pero crecemos y nos olvidamos de que la vida es un juego en sí, el amor es un juego peligroso... ¿jugar es de niños? no lo creo. Los adultos que juegan viven siempre con la emoción de cual será el siguiente paso. Las cicatrices son marcas para recordar, y si alguien cicatriza tu corazón no la olvidas nunca.
¿Capaz o no?
¡Capaz!
Todo comienza como un juego de niños, ¿te atreves?.

Lloré, reí, me emocioné, aluciné y disfruté de una de las grandes películas de amor, donde se juegan con los tópicos quitándolos, metiéndolos y haciendo así una película digna de ver entre tanta porquería que se hace hoy en día. Absolutamente magnífica, son un final que te deja en shock y luego adoras con tu alma.
Una película para recordar.
(21 station)
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